Recuerdo que cuando estaba estudiando la carrera en la universidad una noche tomando unas copas en un bar me presentaron a una persona y me preguntó lo típico:
- "¿Qué haces?". Yo le respondí tan tranquilo: - "Estudio Filosofía". Me miró con cara de asombro y un cierto aire de desprecio y me dijo: - "Pero, ¿Eso sirve para algo?". Yo le conteste sonriendo: - "Quizás a mí no me sirva de mucho pero a ti al menos te sirve para poder hacerme esa pregunta?". Se alejó cariacontecida, un tanto cortada, pero no podía darle una respuesta más rápida en un lugar como aquel porque en realidad su pregunta encerraba muchas otras preguntas que requieren bastante más tiempo para responder: | |
¿Por qué el ser humano se pregunta por el sentido de las cosas o de su propia vida?,
¿Qué es lo que le diferencia del resto de los animales y le permite plantearse estas cuestiones?, ¿Qué tipos de discursos se pueden elaborar para intentar interpretar la realidad y dar respuesta a esas preguntas?, ¿Qué es el mito?, ¿Cómo responde a esas preguntas?, ¿Qué es la filosofía?, ¿Qué la diferencia de otros tipos de saber como el mito, la religión o la ciencia?, ¿Qué sentido tiene y qué necesidad hay de plantearse cuestiones filosóficas?, ¿Somos todos filósofos?, ¿Se puede vivir sin filosofar?, ¿Qué consecuencias tiene?, ¿Qué utilidad tiene la filosofía?, ¿Qué cuestiones intenta aclarar?, ¿Cuándo aparecieron los primeros filósofos?, ¿Cómo ha evolucionado la historia de la filosofía?, ¿Qué papel han tenido las mujeres en ella?
Bien, era el momento de bailar y divertirme. Ahora en clase será el momento de empezar a pensar todos juntos sobre ello.
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domingo, 11 de febrero de 2007
El saber filosófico
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